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V
Si, tú dirás dentro de tu cerebro de rey que me ha faltado un poco de gracia y algunas cuantas gotas de amor, pero aunque tuviera una carcajada de diablos mi risa no seria bonita, más bien oscura, tétrica, macabra, morbosa, y de seguro te espanta como la misma baba de mi lengua exalta desde mi boca hacia tu rostro con tal precisión que de seguro gritarías ¡demencia! Se que soy un poco oscuro, un poco sucio, pero descuida que soy inocente, y si te arden los ojos te pido disculpas necias como se me ha enseñado por haberme puesto a pensar con el corazón entre los dedos.
Mirando bien atento a este pobre cuerpo veras que hay tantas cosas puras, pero sabrás que cada una de estas escondidas, y el resto que envuelve esta piel son esclavos coléricos con la esclavitud que impone la privación de la libertad de simplemente querer eligir después de la Z. Yo dentro de lo posible ya no soy puto, puedes ver que no danzo con los genitales al aire, tampoco están en venta, pero hasta aquí he alcanzado llegar, nací en el mismo supermercado a diferencia de que este postre vence el 1/1/1, soy parte de esa mugre que se desprecia por el que dice que ya estoy vencido.
El tuvo la pobre desgracia de haber nacido con el látigo en mano, y yo con la graciosa bendición de tener un trozo de alma.
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