Puedo desaparecer sin que nadie lo note,
escapar de todo el espacio
en que nos han dejado.

Puedo hacerme el demente,
fingir locura, y ser yo,
solo a escondidas,
sin prejuicios verdaderos
ni serias intenciones.

Puedo inventarme un nuevo nombre,
decir desde hoy que soy otro,
hablar como otro,
andar como otro,
pintarme un otro
y hacer un holograma
perfecto de quien dicen
es inevitable acabar.

Puedo cansarme,
dejar que todo termine,
atentar contra el arco iris,
follarme a cristo y a buda
sobre el mismo colchón,
plantar una bomba entre mi hígado
y esperar quieto, calmo y en silencio
como haces para limpiar el desastre.

Puedo ser tan bueno como quieres,
regalarte mil caricias y quinientas rosas,
llenarte las mejillas de besos tibios,
jugar que siempre sera así,
mentirte en secreto
y que tú jamás sepas que eres feliz
con un necio.

Puedo ser hijo de la penumbra,
hundirme en navajas
y divertirme en los pasillos
de hospitales cada fin de semana.

Puedo hacer que no me vuelvas a ver,
puedo hacer que no me vuelvan a ver,
girar en todos lados y cada día
ser efímera presencia,
ser olvido constante,
no importar ni que me importes.

Puedo ser sepulturero
de mi,
oculto en una roca.
Que solo lo imperceptible
puedan abrazarse a mi tiempo.

Puedo ser anestesia,
consuelo para tus penas,
compañía materna,
jugar que comprendo tu dolor,
llorar contigo pero llorar mi llanto
en el ronquido de mis pensamientos.

Puedo ser peor,
dejando que el mundo muera,
pronto.

Pero tambien puedo ser yo,
fumarme un cigarrillo de vez
en cuando,
beberme un vino cada tanto,
leer a quien no me lee,
querer como se me ha enseñado,
creer y tal vez mentirme
en que algún día de estos,
seas tu. 

Te lo juro, estaba todo tan quieto

que pensé que yo también me moría.


Cada una de las letras que se,
se derriten esta noche.

Esta noche,
el cuerpo acribillado como el olvido
se me ha vuelto a presentar.

Que será de las estrellas
que vi,
los lugares y los rostros
que siempre están.
Que será de ellos?
Yo no se,
yo no se que será de esos.
Tal vez esos ojos y esos rincones
también se lo pregunten este hoy.
Tal vez ellos piensen…¿que será de ese tipo?
de aquel hombre delgado,
¿que sera de el? que no ha venido por aquí.

Bajo las tripas de la ciudad
voy dudando de la bondad,
voy dudando de la carita,
del gestito,
de la manito que entiende,
y de las palabras que van y dan.

Exijo silencio de una vez,
lo exijo.
Hoy nadie sabe abrazar sus dientes
y dejar al viento susurrar su honesta propiedad.

El aire aun permanece en secreto.

Cuanto te extraño azul,
cuanto te extraño verde,
cuanto te extraño gris.
Tanto te extraño?

A ratos me pregunto;
que será de nosotros.
A veces me pregunto;
si alguna vez me quisiste.